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Editorial ColimaExpress - “Alianza Colima por la Seguridad y la Armonía”, estrategia fallida de Riult

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    colima express noticias
  • 8 jul
  • 3 Min. de lectura
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Hace poco menos de un mes el alcalde de Colima, Riult Rivera, presentó con bombo y platillo la estrategia “Alianza Colima por la Seguridad y la Armonía”, que tiene como una de sus metas principales buscar una “reducción delictiva” consistente en disminuir en un 25% los homicidios dolosos, robos y abigeato para 2027, en comparación con los índices de 2024.


Pero tal pareciera que ese plan de combate a la inseguridad en el municipio de Colima, diseñado por el exgobernador Mario Anguiano Moreno, lejos “de fomentar entornos de paz y armonía para las familias del municipio”, vino a destapar la Caja de Pandora con la cual se recrudecieron los índices delictivos en la capital del estado, especialmente el de los homicidios dolosos, que pone en serios predicamentos no solo el plan de seguridad del presidente municipal, sino que además cuestiona algo tan básico, como el respeto al Reglamento de Inspección y Licencias del Ayuntamiento de Colima por parte de los dueños de bares y centros nocturnos, que desafortunadamente han contribuido a agravar los hechos de sangre en la capital del estado.


Riult Rivera en su afán protagónico ha intentado presentarse ante los habitantes como un gobernante garante de la seguridad, creando programas y estrategias que en teoría garantizarían la tranquilidad y paz social para los capitalinos, pero ha sido todo lo contrario. En marzo, Riult Rivera anunció la entrega de drones para detectar patrones de conducta antisocial y mejorar la toma de decisiones en operativos y patrullajes; en junio, presentó Alianza Colima por la Seguridad y la Armonía, “para recuperar la tranquilidad y la paz que tanto anhelan los colimenses”. Y aunque en este último evento el munícipe afirmó que “desde el inicio de su administración los homicidios dolosos en el municipio han disminuido en un 56%”, lo cierto es que desde entonces a la fecha los asesinatos a mano armada en Colima capital se han vuelto cosa de todos los días y se recrudecen.


Lo ocurrido en las afueras del bar El Barezzito el pasado domingo por la madrugada, donde fueron acribilladas seis personas, cinco hombres y una mujer, habla de lo grave que se ha tornado el asunto. Hace pocas semanas, en el interior de ese inmueble, fue asesinado un joven. Ambos hechos, ocurrieron después del horario reglamentario en los que se permite el funcionamiento y operación de los bares y centros nocturnos que es a las 2:00 horas. Desde ahí inician los fallos, con una Dirección de Inspección y Licencias omisa para hacer cumplir el reglamento municipal teniendo como resultado consecuencias fatales.


Más grave es el hecho de que en ese mismo día se registraron otros tres homicidios en diferentes puntos del municipio de Colima para hacer un total de nueve el número de personas agredidas con arma de fuego. ¿Y los drones?, ¿y la vigilancia policíaca en zonas de alto riesgo? Pareciera que eso solo quedó en el discurso, pues los hechos demuestran que nada de eso está funcionando; mientras, los índices delictivos en la capital se agravan, no solo los homicidios dolosos, también los robos a casas habitación y negocios, donde de acuerdo a las cifras del Semáforo Delictivo, es donde más delitos de este tipo se han cometido de enero a junio del presente año.


Si bien es cierto que, especialmente en materia de seguridad, debe haber una coordinación institucional entre los tres niveles de gobierno para hacer más efectiva la lucha contra la delincuencia e incidir en la disminución de los índices delictivos; también lo es que intentar sacar “raja política” de un tema que duele y afecta a la sociedad colimense puede resultar contraproducente. Desafortunadamente pareciera que en Colima capital, su presidente municipal se va por la libre y su “novedosa” estrategia por la seguridad, lejos de garantizar la armonía, hoy tiene a los colimenses sumidos en una crisis de violencia como en años no se había visto.


Es de esperarse que Riult Rivera, si al menos quiere reelegirse en el cargo, que es para lo único que le puede alcanzar su devaluado capital político, apriete tuercas en aquellas áreas y dependencias de Ayuntamiento de Colima que le están jugando la contra para en cumplimiento de las metas que se ha propuesto en materia de seguridad; pues seguramente a estas alturas ya entendió que politizar un rubro tan sensible para los capitalinos como es la seguridad, sin una estrategia que tenga resultados tangibles, puede convertirse en un boomerang que corte de tajo las aspiraciones políticas del presidente municipal.

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